¿Os gusta la pastelería anglosajona? Pues os contamos algo, no importa si hasta ahora os gustaba o no, el crumble os va a encantar seguro. Se trata de un pastel con fruta y una cubierta crujiente de masa que no puede dejar indiferente a nadie, ¡os lo garantizamos!
El más famoso es el crumble de manzana, porque es un dulce que se suele comer en otoño o invierno, incluso tibio; pero se puede preparar con otras frutas, de hecho os dejamos algunas recetas más para probar usando fresas o melocotones.
¿Qué es el crumble?
Antes de pasar a la receta, vamos a ver qué son exactamente los crumbles. Se trata de un pastel de frutas que se elabora usando la fruta fresca, que luego se recubre con una mezcla de harina, mantequilla y azúcar. Va al horno, donde la fruta se ablanda y la cubierta (el crumble) se vuelve crocante.
Se suele servir caliente o templado acompañado con una bola de helado de vainilla, pero también está buenísimo frío. Se puede usar cualquier fruta, en especial se prefieren las que tienen un deje ácido, y se pueden aromatizar con especias, enriquecer con frutos secos, etc.
Ahora que sabemos de qué se trata, vamos a las recetas:
Receta de crumble de manzana
Ingredientes para molde 24 cm
Para el crumble
- 70 g de azúcar blanquilla
- 80 g de azúcar moreno
- 300 g de harina
- 200 g de mantequilla fría
- 1 pizca de sal
Para el relleno
- 4 o 5 manzanas peladas y cortadas en dados pequeños
- 50 g de azúcar moreno
- 1 cucharada colmada de harina de maíz (Maizena)
- 1 cucharadita de canela en polvo
Cómo hacer crumble de manzana
Preparamos las manzanas
Ponemos las manzanas ya cortadas en dados pequeños dentro de un bol, añadimos el azúcar, la canela y la harina de maíz y mezclamos para que se distribuyan bien. Untamos con mantequilla una fuente para horno de aprox. 24 cm de diámetro, y distribuimos la manzana. Reservamos.
Preparamos la cubierta
Ponemos en un bol la harina, la pizca de sal y los dos tipos de azúcar y mezclamos. Cortamos la mantequilla fría de la nevera en dados y la añadimos al bol. Con la punta de los dedos, sin amasar, vamos desmigando los cubos de mantequilla en la mezcla de azúcar, hasta obtener una masa similar a las migas. Debe quedar suelta, como arena. Si tenéis robot de cocina podéis poner los ingredientes en el y dar unos pocos golpes de cuchilla hasta que se formen las migas, pero sin pasarse para que no se nos forme la bola de masa.
Vertemos las migas sobre la fruta, cubriéndola completamente.
Horneado
Llevamos la fuente al horno precalentado a 180°C por aproximadamente 35 minutos. Sabremos que está listo cuando el crumble está dorado y las manzanas burbujean.
Cómo acompañar el crumble
Dejamos reposar unos minutos para que no queme y luego ya podemos servirlo, acompañado con una bola de helado de vainilla o con nata montada.
También podéis prepararlo en moldes individuales, uno para cada comensal.
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Crumble de fresas
Ingredientes para un molde de 24 cm: Para la cobertura: 175 g de azúcar; 300 g de harina; 200 g de mantequilla fría; 1 pizca de sal; ralladura de cáscara de 1 limón. Para el relleno: 750 g de fresas maduras; 80 g de azúcar; 1 cucharada colmada de harina de maíz (Maizena).
Preparación: Lavamos las fresas y las cortamos en trozos. Las mezclamos con el azúcar y la harina de maíz, untamos con mantequilla el molde y distribuimos las fresas en él. Para preparar la cobertura, en un bol ponemos la harina, el azúcar, la pizca de sal y la ralladura de limón y mezclamos. Cortamos la mantequilla fría en dados, y con la punta de los dedos la vamos desmigando con la mezcla de harina y azúcar hasta obtener unas migas. Distribuimos por encima de las fresas y llevamos al horno precalentado a 180°C por aproximadamente 35 minutos. Está listo cuando la cobertura está bien dorada.
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Crumble de melocotón
Ingredientes para un molde de 24 cm: Para la cobertura: 150 g de azúcar; 250 g de harina; 50 g de almendras molidas; 200 g de mantequilla fría; 1 pizca de sal. Para el relleno: 5 o 6 melocotones maduros; 75 g de azúcar; 1 cucharada colmada de harina de maíz (Maizena); el zumo de medio limón; 1 chorrito de brandy (opcional).
Preparación: Pelamos los melocotones y los cortamos en dados pequeños. Los mezclamos con el azúcar, la harina de maíz, el zumo de limón y el brandy, untamos con mantequilla el molde y distribuimos los melocotones en él. Para preparar la cobertura, en un bol ponemos la harina, el azúcar, la pizca de sal y las almendras molidas y mezclamos. Cortamos la mantequilla fría en dados, y con la punta de los dedos la vamos desmigando con la mezcla de harina y azúcar hasta obtener unas migas. Distribuimos por encima de los melocotones y llevamos al horno precalentado a 180°C por aproximadamente 35 minutos. Está listo cuando la cobertura está bien dorada.
7 trucos del crumble perfecto
- Enriquecer la fruta: añadir especias como canela, jengibre o anís estrellado; licores como el brandy, un vino dulce o el amaretto; zumo de naranja o de limón; pasas de uva u otra fruta deshidratada… son todas buenas ideas que darán un toque aún más especial a la fruta.
- El azúcar: según la fruta que utilicéis le puede ir muy bien el azúcar moreno, podéis mezclar de las dos o usar solo una según vuestros gustos. Podéis también modificar un poco las cantidades de azúcar según la fruta sea más o menos dulce, incluso no ponerla. Donde sí que no puede faltar es en el crumble, porque sin azúcar no quedará crujiente.
- La harina de maíz: la ponemos en la fruta para que no suelte tanto líquido y no humedezca la masa y quede blanda en lugar de crujiente.
- Enriquecer la cubierta: podemos reemplazar una parte de la harina con frutos secos molidos (almendras, avellanas, etc) o con copos de avena. También podemos añadir ralladura de limón o naranja para aromatizar, amaretti desmenuzados, etc.
- La mantequilla: tiene que estar bien fría, de la nevera, y debemos desmenuzarla con la punta de los dedos, tratando de no calentarla. Tenemos que obtener unas migas, no una masa compacta.
- Arreglar el crumble: si nos pasamos con el amasado y las migas se convierten en una masa compacta, como la de las galletas, podemos ponerla en la nevera 1 hora (o 20 minutos en el freezer) y luego rallarla con un rallador grueso.
- Tarta crumble: este pastel en su formato tradicional es un postre de cuchara; no tiene base, por lo que se come a cucharadas ya que no se puede cortar. Pero si os gusta más la idea de servirlo en porciones como una tarta, podéis hacer una base de masa quebrada para dulces y forrar el molde con ella, luego poner la fruta y la cubierta.
¿Qué os parece esta receta de crumble? ¡A probarla!