Vamos a contaros cuáles son nuestras recetas con rape preferidas, y es que el rape es un pescado blanco con una carne deliciosa, con un aporte muy bajo de grasas (2 g cada 100 g de porción comestible) y proteínas de alto valor biológico. También conocido como pez sapo o pejesapo, como sucede con otras especies bajo el nombre “rape” se agrupan en realidad varias especies de la misma familia.
Las recetas de rape son indicadas también para los peques, porque los filetes no tienen espinas. Si habéis visto algún rape entero en la pescadería habréis notado que no se distingue por lo bonito, pero poco importa porque como os decíamos, su carne es realmente deliciosa. Así que vamos a ver cómo cocinar un rape de cuatro modos diferentes: suquet de rape y gambas, rape al horno con patatas, rape rebozado y albóndigas de rape y langostinos.
Además de estas recetas fáciles con rape os vamos a contar cuáles son las propiedades nutricionales de este pescado, y os contaremos también cómo limpiar un rape en el caso de que tengáis la cola entera.
Recetas con rape tradicionales
Recetas con rape para cenar
Cómo se limpia un rape
Si tenemos la cola de rape entera, vamos a quitarle la espina central de manera muy sencilla, para poder utilizarla luego en cualquiera de estas recetas con rape.
- Con un cuchillo bien afilado, hacemos un corte bien pegado a la espina central, y ya tenemos un lomo limpio.
- Repetimos haciendo otro corte del otro lado de la espina, siempre bien pegado para desperdiciar la menor cantidad posible de carne, y ya tenemos los lomos limpios. No tiréis la espina porque es ideal para preparar un rico fumet de pescado, podéis incluso congelarla para usarla en otro momento.
- Para dejar los lomos bien limpios vamos a quitar la telilla que tiene el rape. Para ello tenemos dos opciones: una es que cuando separamos los lomos no cortemos completamente, sino que nos paramos antes de cortar la piel, y luego con el mismo cuchillo deslizamos hacia afuera, contra la tabla, para separar la piel de la carne.
- Otra opción es realizar un pequeño corte en la parte final de la cola, lo giramos y con el cuchillo contra la tabla lo sacamos sin problema.
Cómo escoger y conservar el rape
Decíamos al principio que bajo el nombre “rape” se venden pescados de distintas especies. Las que normalmente encontramos en las pescaderías son el rape blanco (Lophius piscatorius) y el rape negro (Lophius budegassa). Tienen muy poca diferencia: hay que fijarse en la membrana que rodea el intestino, negra o blanca según la especie. El rape negro es más caro porque su carne es más firme y sabrosa, pero el rape blanco es un pescado excelente también. La consistencia final del rape blanco cocido con respecto al negro es menos jugosa, porque pierde bastante líquido en la cocción.
Como todo pescado fresco, conviene consumirlo el mismo día o al máximo al día siguiente de la compra. Lo mantendremos refrigerado y bien aislado de los demás alimentos para que no transmita su olor. Si no lo vamos a usar enseguida, es mejor congelarlo (-18°C). Congelado se mantiene unos 5-6 meses.
5 razones para hacer recetas con rape
Preparar recetas de rape es una buena idea por varios motivos:
- Es un pescado blanco rico en proteínas de alto valor biológico, es decir que aporta aminoácidos esenciales que no pueden ser sintetizados por nuestro organismo, por lo que debemos asumirlos a través de los alimentos.
- El rape es bajo en calorías, tiene solo 2 g de grasa y 85 kcal por cada 100 g de porción comestible. Esto claro está depende del modo en el que lo cocinemos.
- Es una fuente importante de minerales como fósforo, potasio, magnesio, calcio, hierro (incluso más que la carne) y sodio.
- Aporta vitaminas del grupo B, en particular la vitamina B9, importante para la producción de glóbulos rojos y blancos y para la síntesis de material genético, por lo que el rape es un pescado recomendado durante el embarazo.
- Es un pescado sin espinas; una vez que hemos quitado la espina central podemos estar tranquilos, por eso es muy indicado para los niños.