Helados, ¿golosina o alimento?

Ahora que estamos inmersos en el calor, ¿quién se resiste a un helado?… Los hay para todos los gustos y muchos los esperamos desde hace tiempo ¿verdad?

Es cierto que se pueden comer durante todo el año pero cuando más apetecen es ahora, con el calorcito, la playa, la piscina… en estos días que siguen seguro que oiremos más de una vez:  “¡Mamá, quiero un helado!” …y seguro que entonces os preguntaréis…“¿Son saludables los helados?, ¿Mejor los de hielo o los cremosos?, ¿Es un alimento que podemos incorporar a nuestra alimentación diaria?”

En este artículo os explicaré cuáles son las ventajas y desventajas de comer helados, este preciado dulce de verano.

¿De qué están compuestos los helados cremosos?

Principalmente se componen de agua, azúcares, sólidos lácteos no grasos y grasa (leche, nata, mantequilla y aceites vegetales).
Hay un ingrediente que nunca se tiene en cuenta y que es muy importante en porcentaje (un 50% del helado) y para aportar la untuosidad y ligereza típica de los helados cremosos, el aire.

¿Qué diferencia hay entre helado cremoso y de hielo?

Los helados de hielo (polos) tienen menos calorías  (70 kcal/100g) y menos grasa que los cremosos (200-250 kcal/100g), pero mucho azúcar. La cantidad de zumo y/o fruta utilizada para su elaboración es muy escasa.

Si los hacemos caseros podemos aprovechar y en vez de agua añadir zumo natural de fruta o frutas troceadas.

Al igual que la gelatina, los helados de hielo ayudan a que los niños a los que les cuesta beber agua, aumenten la cantidad de líquido diario, tan importante en los meses de calor.

¿Qué aportan los helados?

• Calorías: entre 200 y 250 calorías por cada 100 gramos en los helados de crema o nata. Como hemos dicho anteriormente, los de agua contienen menos calorías y grasa pero bastante azúcar.
• Hidratos de carbono: Principalmente azúcar común y glucosa.
• Grasa: de la leche y sus derivados (nata y mantequilla) y, en menor proporción, aceite de coco y palma (aceites vegetales, hidrogenados). El contenido en colesterol no es muy elevado, pero conviene moderar el consumo porque sus grasas son saturadas. Los helados cuya base es el agua no contienen grasa ni colesterol.
• Proteínas: de la leche, productos lácteos y en ocasiones huevo, son proteínas de alta calidad.
• Vitaminas: Contienen vitaminas liposolubles (A y D) y B2 de los lácteos y los huevos. Imprescindibles para una buena salud ósea y muscular.
•  Minerales: Calcio, fósforo, potasio y magnesio (lácteos, frutos secos, frutas…). Son muy buena opción para los niños a los que no les gusta la leche o demás lácteos ya que tienen un gran aporte de calcio. Los de agua apenas contienen minerales.

Cómo conservar los helados

Como todos los congelados, es importante meterlos en el congelador inmediatamente al llegar a casa después de comprarlos, a ser posible, llevarlos en bolsa isotérmica por el camino, ya que si se descongelan y después vuelven a congelarse se producen cristales de hielo. Esto afecta a su textura y también a la seguridad alimentaria, ya que favorece el crecimiento de microorganismos.

Por tanto, si veis que el helado que acabáis de comprar tiene cristalitos de hielo, es una señal de que en algún momento se ha roto la cadena de frío.

Como veis, los helados no son una simple golosina. Son un alimento nutritivo que podemos incluir dentro de una dieta equilibrada, por ejemplo en la merienda o postre.

¿Habéis visto ya estas recetas para hacer helados caseros? ¡Deliciosos y nutritivos!

Imágenes: María Lunarillos, La receta de la felicidad, bakeat350, Jelen.