¿Alguna vez has probado los chilaquiles mexicanos? Si no lo has hecho te estás perdiendo un plato lleno de sabor, que se puede disfrutar como un desayuno familiar, como cura para la resaca o en una comida casual, ¡siempre hay un buen motivo para disfrutar de unos buenos chilaquiles..!
Los chilaquiles son básicamente tortillas cortadas en trozos, fritas o al horno, bañadas en salsa verde o roja. Pero lo mejor es que sobre esta base tan sencilla, puedes añadir un montón de ingredientes según lo que te apetezca o tengas a mano. ¿Queso, crema agria, pollo, aguacate, huevo frito…? Todo vale.
Este plato tiene sus raíces bien profundas en México. De hecho, su nombre viene del náhuatl “chīlaquīlli“, que significa “chiles y salsa“. Originalmente, se cree que los chilaquiles se hacían para aprovechar las tortillas que sobraban del día anterior, así que es una receta súper práctica.
Y ahora, ¿sabías que hay distintos tipos de chilaquiles? Los más conocidos son los chilaquiles rojos y los chilaquiles verdes. La diferencia principal está en la salsa: la roja se hace con tomates rojos y chiles, mientras que la verde lleva tomates verdes y chiles verdes. Pero no te preocupes, te voy a enseñar a preparar ambos, así que prepárate y vamos a cocinar.
Receta de chilaquiles rojos
Ingredientes
- 400 g de tortillas de maíz, cortadas en triángulos
- Aceite de oliva para freir
Para las tortillas de mañiz
- 5 tomates rojos maduros
- 2 chiles rojos (pueden ser de árbol para más picante)
- 1 diente de ajo
- ½ cebolla
- Aceite de oliva, al gusto
- Sal, al gusto
- Agua, la necesaria
Para la salsa roja
- 200 g de queso rallado (tipo Oaxaca o manchego)
- 100 ml de crema agria
- Aguacate
- Rodajas de cebolla
Para acompañar
Cómo hacer chilaquiles rojos
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Freímos las tortillas de maíz
- Corta las tortillas en triángulos: Primero, toma las tortillas de maíz y córtalas en triángulos, como si fueran nachos. Esto facilitará que se frían de manera uniforme y se impregnen bien con la salsa más adelante.
- Calienta el aceite: En una sartén grande, añade una cantidad generosa de aceite de oliva (o el aceite que prefieras) y caliéntalo a fuego medio-alto. Es importante que el aceite esté bien caliente para que las tortillas se frían y no se empapen.
- Fríe las tortillas en tandas: Añade los triángulos de tortilla en la sartén, pero no sobrecargues la sartén. Es mejor hacerlo en tandas para asegurarte de que se frían de manera uniforme. Deja que se frían hasta que estén dorados y crujientes, lo cual suele tomar unos minutos por cada lado.
- Escurre el exceso de aceite: Una vez que los triángulos de tortilla estén dorados y crujientes, usa una espumadera o pinzas para sacarlos de la sartén y transfiérelos a un plato cubierto con papel absorbente. Esto ayudará a eliminar el exceso de aceite y mantendrá las tortillas crujientes.
- Otra opción es que prepares los chips de tortilla al horno. Para ello, córtalas en triángulos, pon en una bandeja de horno, rocía con aceite de oliva, y hornea a 180ºC hasta que veas que los bordes están ligeramente dorados.
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Preparamos la salsa de los chilaquiles rojos
- Selecciona y prepara los ingredientes: Necesitarás tomates rojos maduros, chiles rojos (como el chile de árbol o guajillo, dependiendo del nivel de picante que prefieras), un diente de ajo y media cebolla. Lávalos bien.
- Saltea los ingredientes: Calienta una sartén o un comal a fuego medio con un poco de aceite de oliva. Saltea los tomates, chiles, ajo y cebolla hasta que estén bien dorados y tengan un aroma ahumado. Esto suele llevar unos minutos por cada lado. Es importante que no se quemen para evitar un sabor amargo.
- Tritura los ingredientes: Una vez que los ingredientes estén listos, tritúralos con la batidora de mano o vaso hasta obtener una mezcla homogénea. Si la salsa queda muy espesa, puedes añadir un poco de agua para ajustar la consistencia.
- Sazona la salsa: Prueba la salsa y ajústala de sal según tu gusto. Algunas personas también añaden un toque de azúcar para equilibrar la acidez de los tomates, pero esto es opcional.
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Mezclamos los ingredientes
- Calienta el aceite en la sartén: Usa una sartén grande y añade un poco de aceite. Caliéntalo a fuego medio.
- Fríe la salsa: Una vez que el aceite esté caliente, vierte la salsa que has preparado. Deja que se fría por unos minutos, removiendo de vez en cuando.
- Añade las tortillas fritas: Incorpora las tortillas fritas a la sartén con la salsa. Usa una espátula o cuchara grande para mezclar suavemente, procurando que todas las tortillas queden bien cubiertas con la salsa. Es importante hacerlo con cuidado para que las tortillas no se rompan demasiado.
- Cocina el conjunto: Deja que las tortillas se cocinen en la salsa durante unos minutos. Esto permitirá que las tortillas absorban un poco de la salsa y se suavicen ligeramente, pero sin perder del todo su textura crujiente.
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Añadimos el resto de ingredientes
- Añade el queso y la crema: Una vez que las tortillas estén bien impregnadas con la salsa, es el momento de añadir el queso rallado y la crema agria. Distribuye ambos ingredientes de manera uniforme sobre las tortillas con la salsa. El queso puede ser del tipo que más te guste, pero el Oaxaca es el más tradicional por su sabor y textura.
- Mezcla y cocina brevemente: Con una espátula, mezcla suavemente para que el queso y la crema se integren con las tortillas y la salsa. Deja cocinar todo junto por unos minutos más a fuego bajo. Esto permitirá que el queso se derrita ligeramente y la crema se mezcle con la salsa, creando una textura cremosa y deliciosa.
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Servimos
- Fríe los huevos: Mientras se termina de cocinar la mezcla de chilaquiles, fríe los huevos en una sartén aparte. Puedes hacerlos al gusto: estrellados, a la mexicana, etc.
- Sirve y decora: Para servir, coloca los chilaquiles en un plato y pon encima el huevo frito. Puedes acompañar con rodajas de cebolla cruda, aguacate…
- Si te gusta, espolvorea un poco de cilantro fresco picado por encima para dar un toque fresco y de color.
Receta de chilaquiles verdes
Como te decíamos arriba hay dos opciones para preparar chilaquiles. Ya hemos visto la receta de los chilaquiles rojos y ahora vamos a ver cómo hacer chilaquiles verdes, que básicamente se diferencian en la salsa.
Antes de adentrarnos en la receta, permíteme contarte un poco sobre la historia de los chilaquiles verdes y su diferencia con sus primos, los chilaquiles rojos. Los chilaquiles verdes, como su nombre indica, se destacan por su salsa verde, preparada a base de tomatillos, chiles verdes, cilantro y otros ingredientes aromáticos. Esta salsa le otorga un toque fresco y ligeramente picante a la preparación.
Por otro lado, los chilaquiles rojos se bañan en una salsa de tomate rojo, que suele ser más suave en cuanto a picante. La elección entre chilaquiles verdes y rojos depende de tu gusto personal, pero si eres amante de los sabores intensos y ligeramente picantes, los chilaquiles verdes son una elección acertada.
Ingredientes
Para los chilaquiles
- 250 gramos de totopos o tortillas de maíz
- Aceite de oliva para freír
Para la salsa verde
- 4 tomates verdes
- 2 chiles serranos (ajusta la cantidad según tu nivel de tolerancia al picante)
- 1/4 de cebolla
- 2 dientes de ajo
- Un puñado de cilantro fresco
- Sal al gusto
Para acompañar
- 4 huevos (para acompañar)
- Queso fresco desmenuzado (opcional)
- Pollo desmechado
- Cebolla fresca
- Rábanos
Cómo hacer chilaquiles verdes
- Comenzamos preparando la salsa verde. En una olla, hierve los tomates verdes y los chiles serranos hasta que estén tiernos. Luego, colócalos en la licuadora junto con la cebolla, los dientes de ajo y el cilantro. Mezcla hasta obtener una salsa suave y sazona con sal al gusto.
- En una sartén grande, calienta suficiente aceite de cocina para freír los totopos o tortillas de maíz. Fríelos hasta que estén dorados y crujientes. Luego, retíralos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- En la misma sartén, vierte la salsa verde y cocina a fuego medio durante unos minutos hasta que la salsa comience a hervir.
- Añade los totopos fritos a la salsa verde y mezcla bien para que se impregnen con el delicioso sabor.
- En una sartén aparte, fríe los huevos a tu gusto. La mayoría de las personas prefieren huevos fritos con la yema líquida para que la yema se mezcle con los chilaquiles verdes al servir.
- Sirve los chilaquiles verdes en un plato, añade el pollo desmechado, aguacate, tiras de cebolla y esparce queso fresco desmenuzado por encima. Riega con la salsa crema agria y finalmente coloca los huevos fritos por encima. Si lo deseas, para un plato más contundente puedes acompañar con frijoles refritos.
Y ahí lo tienes, unos chilaquiles verdes tradicionales y deliciosos que puedes disfrutar en cualquier momento del día.
Cómo acompañar los chilaquiles mexicanos
Los chilaquiles son tan versátiles que puedes acompañarlos con lo que más te guste. Algunos le ponen pollo desmechado, otros prefieren frijoles refritos al lado. Y si te gusta el aguacate, una buena rodaja encima no le va nada mal.
En este caso se trata de unos chilaquiles rojos acompañados de crema agria, aguacate, rábano, chile y cilantro.
Otra opción es acompañar tus chilaquiles verdes con pollo desmechado, queso y cebolla.
Y aquí un buen desayuno mexicano con chilaquiles rojos, pollo, queso, aguacate, cebolla y frijoles refritos ¡perfecto para comenzar el día!
¿Te sobraron nachos y no sabes qué hacer con ellos? Prueba los nachos con queso o los nachos machos con guacamole casero para una cena o un picoteo informal. Y si todavía tienes hambre, te recomendamos unas enchiladas mexicanas o unos burritos de pollo acompañados de salsa pico de gallo ¡puro sabor!