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La crema inglesa es una de esas recetas básicas que todo amante de la repostería debería dominar. Esta deliciosa salsa a base de yemas de huevo, azúcar, leche y vainilla es un clásico en la cocina europea y se utiliza como base para muchos postres o como acompañamiento perfecto para frutas, pasteles y tartas.
La crema inglesa, también conocida como “crème anglaise” en francés, tiene sus raíces en la cocina europea, particularmente en la cocina francesa. Aunque su nombre sugiere una conexión directa con Inglaterra, la verdad es que la crema inglesa se popularizó en Francia, donde se convirtió en un componente esencial de la repostería.
El nombre “crema inglesa” refleja la percepción de los franceses sobre la repostería inglesa, que en su tiempo era conocida por sus sencillas y ricas preparaciones a base de lácteos, como natillas y salsas de crema. Aunque los británicos también tenían versiones similares de salsas a base de huevo y leche, la “crème anglaise” tal como la conocemos hoy fue perfeccionada en Francia y es más un invento de la cocina francesa.
Es importante señalar que en Inglaterra, lo que los franceses llaman “crème anglaise” se conoce simplemente como “custard” (natillas), aunque las natillas británicas tienden a ser más espesas que la crema inglesa francesa, que es más líquida y utilizada principalmente como salsa.
En la actualidad, la crema inglesa es un elemento básico en la repostería mundial. Se utiliza en una amplia variedad de postres, desde natillas y helados hasta bavarois y tartas.
Si tienes ganas de saber cómo se prepara la crema inglesa atento a nuestra receta y consejos:
Receta de Crema Inglesa o Crème Anglaise
Ingredientes
- 4 yemas de huevo
- 100 g de azúcar (alrededor de 1/2 taza)
- 500 ml de leche entera (alrededor de 2 tazas)
- 1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de extracto de vainilla
Cómo hacer Crema Inglesa de repostería
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- En un bol grande, mezcla las yemas de huevo con el azúcar.
- Bate hasta que la mezcla esté suave y de un color amarillo pálido. Esto asegura que el azúcar se disuelva bien y que las yemas se integren completamente.
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- En una cacerola, calienta la leche junto con la vaina de vainilla (si estás usando extracto, añádelo después de retirar la leche del fuego). No dejes que hierva; solo queremos que esté caliente.
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- Vierte lentamente la leche caliente sobre la mezcla de yemas y azúcar mientras bates constantemente. Esto se llama “templar” las yemas.
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- Devuelve la mezcla a la cacerola y cocina a fuego lento, preferiblemente al baño maría. Esto ayuda a controlar la temperatura y evitar que la crema se queme.
- Controlar la temperatura es clave en esta receta. La crema no debe superar los 85°C (185°F) para evitar que las yemas se coagulen y la mezcla se corte.
- Remueve constantemente asegurándote de raspar el fondo de la cacerola para que la crema no se pegue.
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- La crema inglesa estará lista cuando espese lo suficiente como para cubrir la parte posterior de la cuchara. Puedes pasar un dedo por la parte posterior de la cuchara, y si la línea que trazaste con el dedo permanece intacta, la crema está lista.
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- Una vez que la crema esté lista, pásala por un colador fino para eliminar cualquier grumo y enfríala rápidamente. Puedes colocar el bol con la crema sobre otro bol con hielo y remover hasta que esté a temperatura ambiente. Luego, guárdala en la nevera.
Usos de la Crema Inglesa
La crema inglesa es una de las salsas más versátiles en la repostería. Su textura suave y su sabor neutro la hacen ideal para combinar con una amplia variedad de postres. Aquí te dejo algunas ideas sobre cómo puedes utilizarla:
- Base para helados: Si tienes una máquina de helados, puedes usar la crema inglesa como base. Solo necesitas enfriarla bien antes de procesarla en la máquina.
- Acompañamiento para frutas: La crema inglesa es el complemento perfecto para frutas frescas como fresas, frambuesas, o melocotones. Simplemente vierte un poco de crema sobre las frutas para un postre ligero y delicioso.
- Relleno para tartas: Puedes usar la crema inglesa como relleno para tartas de frutas o como una capa dentro de un pastel. Solo asegúrate de que la crema esté bien espesa para que mantenga su forma.
- Bavarois: Este postre francés utiliza la crema inglesa como base, a la que se le añade gelatina y se deja cuajar en moldes.
- Natillas: La crema inglesa es la base de las natillas caseras, un postre en sí mismo que se sirve en pequeños recipientes individuales.
Diferencias entre crema inglesa y crema pastelera
La crema inglesa y la crema pastelera son dos preparaciones básicas en la repostería, pero tienen diferencias notables tanto en su composición como en su uso. A continuación, te explico las principales diferencias:
1. Textura y Consistencia
- Crema Inglesa: Es una salsa más líquida, similar a la consistencia de una natilla ligera. Su textura es suave y sedosa, perfecta para verter sobre postres o utilizar como base para otros productos como helados.
- Crema Pastelera: Es mucho más espesa y densa. Su consistencia es firme, lo que la hace ideal para usar como relleno en tartas, pasteles, profiteroles, y otros productos de repostería. La firmeza se logra gracias al uso de fécula de maíz o harina en su preparación.
2. Ingredientes
- Crema Inglesa: Los ingredientes básicos son yemas de huevo, azúcar, leche y vainilla. No lleva ningún tipo de espesante adicional, y la textura se obtiene solo por la cocción suave de las yemas.
- Crema Pastelera: Además de yemas de huevo, azúcar, leche y vainilla, la crema pastelera incluye fécula de maíz (maicena) o harina, que actúan como espesantes. Esto es lo que le da su consistencia espesa y la hace adecuada para rellenar y cubrir postres.
3. Método de Preparación
- Crema Inglesa: Se cocina a fuego lento, generalmente al baño maría, para evitar que las yemas se coagulen de manera abrupta. No se lleva a ebullición, y se cocina solo hasta que espese ligeramente.
- Crema Pastelera: Se cocina directamente en la cacerola a fuego medio, removiendo constantemente hasta que espese. Al llevar fécula de maíz o harina, es necesario hervir la mezcla para activar el poder espesante de estos ingredientes.
4. Usos en Repostería
- Crema Inglesa: Se utiliza principalmente como una salsa para postres como tartas, frutas, puddings, o como base para helados. Su naturaleza líquida la hace ideal para verter sobre postres.
- Crema Pastelera: Se usa como relleno en una amplia variedad de postres como tartas, éclairs, profiteroles, milhojas, y más. Debido a su firmeza, también se puede utilizar para decorar pasteles y postres con manga pastelera.
5. Durabilidad
- Crema Inglesa: Al ser más líquida y no contener espesantes, tiene una vida útil más corta y debe consumirse relativamente pronto después de su preparación, generalmente en 3 a 4 días si se conserva en refrigeración.
- Crema Pastelera: Gracias a su consistencia más firme y a la presencia de harina o fécula, la crema pastelera puede durar un poco más en el frigorífico, pero también debe consumirse en unos pocos días (3 a 5 días).
Ambas cremas son fundamentales en la repostería, y cada una tiene su lugar dependiendo del tipo de postre que estés preparando. Mientras que la crema inglesa es ideal para acompañar o como base líquida, la crema pastelera es perfecta cuando necesitas un relleno espeso y estructurado.
Consejos para hacer una crema inglesa perfecta
- Una de las grandes ventajas de la crema inglesa es que puedes personalizarla según tus gustos. Aquí te dejo algunas ideas para darle un toque diferente:
- Con cítricos: Añade la ralladura de limón o naranja a la leche para una versión más fresca y cítrica.
- Con licor: Un chorrito de licor como ron, Cointreau, o Grand Marnier puede darle un sabor más adulto y sofisticado.
- Infusión de especias: Prueba con canela, cardamomo, o incluso una pizca de nuez moscada para un toque especiado.
- Versión sin lactosa: Sustituye la leche por una alternativa sin lactosa, como leche de almendras o avena.
- Versión sin azúcar: Puedes usar edulcorantes naturales como la stevia o el eritritol si quieres una versión más ligera en calorías.
- La crema inglesa se debe conservar en la nevera en un recipiente hermético. Debido a que contiene huevos, es importante mantenerla fría para evitar que se eche a perder. Se recomienda consumirla en un plazo de 3 a 4 días.
- Si la crema se corta, lo más probable es que la temperatura haya sido demasiado alta o que no se haya removido lo suficiente. Si esto ocurre, puedes intentar salvarla batiéndola vigorosamente con un batidor de mano o licuándola brevemente en una licuadora para romper los grumos. Sin embargo, si la coagulación es muy severa, puede ser difícil de recuperar.
- No se recomienda congelar la crema inglesa porque la textura puede cambiar y volverse granulosa al descongelarla. Es mejor prepararla fresca y consumirla en los días siguientes.
La crema inglesa es una receta clásica que, una vez dominada, te abrirá un mundo de posibilidades en la repostería.
Te animo a que pruebes esta receta en casa y que experimentes con las variaciones y combinaciones que te he propuesto. La repostería es un arte, y la crema inglesa es una de esas herramientas esenciales que todo repostero debería tener en su repertorio. ¡Así que ponte el delantal y disfruta creando postres deliciosos y sorprendentes con esta receta clásica de crema inglesa!
