Hacer mermelada casera es uno de los mayores placeres de los cocinillas ¿no os parece?
Al hacer las mermeladas en casa podemos aprovechar aquellas frutas que tememos que se estropeen, y además hacemos mermeladas y confituras sanas, naturales y sin aditivos, ideales para vuestros desayunos saludables familiares.
Otra ventaja es que al hacer nuestras mermeladas caseras podemos adaptarlas al gusto de cada familia: con trozos de fruta o sin ellos, más o menos dulces, o de vuestra fruta preferida.
Aunque más abajo veréis muchas recetas de mermeladas caseras, ahora os explicamos los pasos básicos para hacer cualquier tipo de mermelada.
Cómo hacer mermelada casera
Hay 2 métodos principales para elaborar mermeladas:
Método 1
Troceamos la fruta y colocamos en capas con azúcar. Dejamos reposar al menos 6 horas, o hasta que el azúcar esté completamente disuelto. A ponemos en un cazo y cocinamos unos 45 minutos o hasta que alcance el punto deseado. Si la quieres con una textura más fina puedes triturarlas con la batidora o colarlas.
Método 2
Pelamos y troceamos la fruta (se puede añadir un poquito de agua), y cocinamos a fuego lento de 45 minutos a 1 hora o hasta que esté blanda. Añadimos el azúcar y disolvemos mezclando bien. Luego la ponemos a fuego más vivo de 10 a 20 minutos hasta que esté a punto, removiendo para que no se pegue.
Recetas de mermelada casera de fruta
Mermelada de naranja
La mermelada de naranja, y en general las de cítricos, son perfectas para aquellos a los que no nos gusta tanto el exceso de dulzor. A mí en particular me encanta, y me gusta dejarle trocitos de piel como os explicamos en esta receta:
Mermelada de naranja amarga
Si te gusta el toque algo amargo -a mí personalmente me encanta- te aconsejamos probar esta receta de mermelada de naranja amarga de Sevilla, verás que te enamoras de su particular sabor.
Mermelada de higos
La mermelada de higos es muy popular cuando llega la época de regida de esta deliciosa fruta, entre finales del verano y principios de otoño. Como es una fruta delicada que se estropea en poco tiempo, hacer mermelada casera es una gran opción.
Mermelada de fresa
Todo un clásico, la mermelada casera de fresa tiene un sabor espectacular y es una de las mermeladas caseras en las que más se nota la diferencia con las industriales. Aprovecha la temporada de fresas para hacer una buena cantidad.
Mermelada de manzana
La mermelada de manzana casera es una de las más sencillas porque la manzana contiene pectina, que es un espesante natural, por lo que necesita menos tiempo de cocción. Tiene un sabor delicado y puedes aromatizarla con canela, una verdadera delicia.
Mermelada de pera
¿Probaste alguna vez la mermelada de pera? Hay frutas que son menos usadas para hacer mermelada casera pero te aseguramos que te sorprenderá, y al igual que la mermelada de manzana, se presta muy bien a combinaciones con especias como el clavo, la canela, el jengibre o la nuez moscada.
Mermelada casera de mandarina
Otra mermelada de cítricos con su sabor mixto entre dulce y ácido, nosotros la hacemos con cardamomo y te aseguramos que la combinación en esta mermelada de mandarina es una auténtica bomba.
Recetas de mermeladas de verdura
Son sin duda menos conocidas, pero las mermeladas caseras de verduras también son estupendas y en particular son perfectas para preparar platos agridulces y acompañar quesos.
Mermelada de tomate
El tomate queda estupendamente bien en mermelada porque es dulce y a la vez ácido, una combinación siempre ganadora. Hacer mermelada de tomate casera es más fácil de lo que crees, no te pierdas esta receta.
Mermelada de calabaza
La mermelada de calabaza es perfecta para aprovechar por ejemplo alguna calabaza poco sabrosa o muy fibrosa que te haya tocado. Pero con una calabaza dulce y sabrosa da lo mejor de sí, y también te aconsejamos probar la versión con naranja que encontrarás en esta receta.
Mermelada de pimientos
Esta mermelada de pimientos rojos es indicada sobre todo para acompañar platos salados como quesos, carnes y pescados. Pruébala en tus aperitivos combinándola con quesos de sabor suave.
Prueba también la mermelada de cebolla casera, perfecta para acompañar carnes y pescados:
Consejos para hacer mermeladas caseras
¿Conviene añadir pectina para adensar la mermelada?
La pectina es una sustancia natural soluble en agua que se encuentra en en las paredes celulares de frutas y verduras y se utiliza comúnmente en la elaboración de mermeladas y jaleas para darles consistencia.
Usando pectina la mermelada se adensa más rápido, pero si no quieres usarla puedes añadir una manzana (es rica en pectina) para acelerar un poco el proceso, o directamente nada y tener paciencia y cuidado cocinando la mermelada por más tiempo.
¿Cuál es la proporción correcta de fruta y azúcar?
En la preparación de mermeladas y confituras, la acidez y el contenido de azúcar garantizan la seguridad del producto. La proporción entre fruta y azúcar debería ser 1 a 1, y en todo caso no bajar de los 700 g de azúcar por cada kilo de fruta.
¿Cómo sabemos cuando la mermelada está lista?
Se puede saber si la mermelada está lista haciendo la prueba del plato: colocar una cucharada de mermelada en un plato y verificar si se queda pegada y no se desliza.
¿Qué hago si mi mermelada casera quedó demasiado espesa o líquida?
Si está muy líquida la solución es simplemente seguir cocinando. Si en cambio te ha quedado muy espesa, puedes añadir un poco de agua o zumo de limón y remover bien.
Conservación de la mermelada casera
Haciendo todo el proceso de envasado al vacío tal como te indicamos aquí abajo, la mermelada casera dura 12 meses.
Envasado de las mermeladas
Las mermeladas se envasan de inmediato, todavía calientes, para crear un vacío dentro del frasco que conserve inalteradas las mermeladas. Para ello se utilizan tarros de vidrio con tapa hermética como estos:
Los tarros deben estar perfectamente limpios y aunque en principio no necesitan esterilización ya que el azúcar y el ácido que contiene la mermelada actúan como conservantes, si se van a guardar mucho tiempo te aconsejamos esterilizarlos siguiendo el procedimiento que te explicamos más abajo.
Como la mermelada en el momento del envasado estará muy caliente, conviene que los tarros estén templados para evitar roturas. Si se rompe un tarro, aunque sea un poco, habrá que tirarlo sin intentar aprovechar el contenido, ya que pueden quedar pequeños cristales.
Una vez que tienes los botes bien limpios o esterilizados y secos, se llenan casi hasta arriba y se tapan inmediatamente. Cuando están bien tapados les damos la vuelta y dejamos enfriar completamente así, con el lado de la tapa apoyada sobre la mesa.
Cuando los botes estén fríos dales la vuelta y asegúrate que las tapas queden un poco hundidas, con forma cóncava, en el centro, esto significa que se ha hecho el vacío correctamente.
Como todas las conservas, se deberán guardar en sitio oscuro, fresco y seco.
Esterilización de los botes para mermeladas
Para esterilizar los botes se colocan los botes destapados en una olla alta donde quepan sin tocarse y queden completamente sumergidos. En el fondo se coloca un paño replegado para que no choquen entre sí al cocer. Se cubren con agua unos cuatro dedos por encima y se lleva a ebullición.
A partir de este momento se cuentan 10 minutos y se agregan las tapas de los frascos a la olla. Se cuentan 10 minutos más y se apaga el fuego. Cuando puedas retirarlos sin quemarte los sacas del agua y los dejas secar boca abajo sobre paños limpios o papel de cocina. Es importante no rellenarlos hasta que no estén completamente secos.
Diferencias entre mermelada y confitura
La principal diferencia entre la mermelada y la confitura es la proporción de fruta y azúcar que se utiliza en su elaboración.
La mermelada se hace cocinando frutas enteras o en trozos con azúcar y agua, hasta que la mezcla espese y se forme una consistencia suave. Se usa una cantidad de azúcar similar o igual a la cantidad de fruta que se usa.
Por otro lado, la confitura se hace con frutas cortadas en pequeños trozos y azúcar en una proporción de 2:1 o incluso 3:1 (azúcar:fruta). La mezcla se cocina hasta que las frutas estén tiernas y la mezcla tenga una consistencia más gruesa, aunque puede seguir teniendo algunos trozos de fruta.
En resumen, la mermelada es más suave y tiene una textura uniforme, mientras que la confitura es más gruesa y contiene trozos de fruta. Además, la confitura tiende a ser más dulce debido a la mayor cantidad de azúcar que se utiliza en su preparación.
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