La papilla de avena y plátano para bebés es una de esas recetas que combina lo mejor de dos mundos: el sabor dulce y suave del plátano con los beneficios nutricionales de la avena. ¿Qué más se puede pedir? Además, es perfecta para esos días en los que no tienes mucho tiempo, pero quieres ofrecer a tu peque algo saludable y casero.
La avena es rica en fibra y aporta energía sostenida, mientras que el plátano, además de ser delicioso, es una fuente natural de potasio y vitaminas. Juntos, forman una papilla fácil de digerir, ideal para los bebés en plena fase de introducción de nuevos alimentos. ¡Te aseguro que no podrás resistirte a probarla también!
Receta de papilla de avena y plátano
Ingredientes
- 3 cucharadas de avena (preferiblemente en copos suaves)
- 1 plátano maduro pequeño
- 150 ml de agua o leche materna/fórmula
Cómo hacer papilla de avena y plátano para bebés
- Cocinar la avena: Colocamos las 3 cucharadas de avena en una cacerola pequeña y añadimos los 150 ml de agua o leche materna/fórmula. Cocinamos a fuego lento durante unos 5 minutos, removiendo constantemente hasta que la avena esté suave y cocida.
- Preparar el plátano: Mientras la avena se cocina, pelamos y aplastamos el plátano con un tenedor hasta obtener un puré suave y sin grumos.
- Mezclar: Una vez que la avena esté cocida, retiramos del fuego y dejamos que enfríe ligeramente. Luego, añadimos el puré de plátano a la avena y mezclamos bien hasta que ambos ingredientes se integren por completo.
Consejos para hacer papilla de avena con plátano casera
- Ajusta la textura según la edad: Si el bebé es muy pequeño, puedes triturar la avena cocida con una batidora para conseguir una textura más suave y uniforme. A medida que crezca, puedes dejar la papilla un poco más espesa y con trocitos.
- Usa avena instantánea para ahorrar tiempo: Si prefieres una preparación más rápida, puedes optar por avena instantánea, que se cocina en menos tiempo. Solo necesitarás mezclarla con agua o leche tibia sin necesidad de cocinar mucho.
- Prueba con diferentes líquidos: Además de agua o leche materna/fórmula, también puedes probar con leche vegetal sin azúcares añadidos, como la leche de avena o almendras, para darle un sabor diferente si el bebé ya ha probado estos ingredientes.
- Varía las frutas: Aunque el plátano es ideal por su suavidad y dulzura, también puedes sustituirlo por otras frutas blandas, como manzana cocida, pera o incluso un poco de mango maduro, dependiendo de las preferencias del bebé.
- Sirve a temperatura adecuada: Asegúrate de dejar enfriar la papilla a una temperatura templada antes de dársela al bebé. Una papilla demasiado caliente puede quemarle la boca, mientras que si está muy fría, puede no resultarle agradable.
Ya sabes, si estás buscando una opción sana y rica para tu bebé, la papilla de avena y plátano es tu mejor aliada. ¡Anímate a prepararla y verás cómo tu peque la disfruta! ¿Quién se apunta a probarla hoy mismo?
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