¿Has probado las patatas fondant? Si no lo has hecho, te estás perdiendo algo increíble. Esta receta francesa es famosa por su textura espectacular: doradas y crujientes por fuera, mientras que por dentro son pura cremosidad. ¡Una combinación que simplemente no falla! Las patatas fondant no solo son un acompañamiento perfecto, sino que también tienen un toque elegante que eleva cualquier plato principal.
El origen de las patatas fondant viene de la cocina francesa, donde el término “fondant” significa “fundido” o “que se derrite”, lo que describe la textura suave y cremosa que caracteriza este plato. Las pommes fondant (como se conocen en francés) forman parte de la tradición de la alta cocina francesa.
La clave de su éxito está en la manera en que se cocinan: primero se doran para obtener esa corteza crujiente, y luego se terminan a fuego lento, bañadas en caldo y mantequilla. El resultado es una patata llena de sabor, con un interior tan suave que se deshace en la boca. ¿A qué suena irresistible? Si buscas una forma de sorprender a tus invitados o simplemente quieres disfrutar de algo especial, ¡las patatas fondant son la opción perfecta!
Receta de patatas fondant
Ingredientes
- 4-6 patatas medianas (mejor si son de tipo harinoso, como la patata agria o Russet)
- 2-3 cucharadas de mantequilla
- 2-3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 taza de caldo de pollo o verduras
- 2 dientes de ajo machacados
- 2-3 ramitas de tomillo fresco (opcional: también puedes usar romero)
- Sal y pimienta al gusto
Cómo hacer patatas fondant
- Pelar y cortar las patatas: Pela las patatas y córtalas en cilindros gruesos (aproximadamente de 5 cm de alto). Puedes hacer esto cortando los extremos redondeados para que tengan una forma uniforme. Es importante que los cortes sean regulares para que se cocinen de manera uniforme.
- Dorar las patatas: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade las patatas y dóralas bien por un lado (unos 4-5 minutos) hasta que estén doradas y crujientes. Luego, voltéalas para que se doren por el otro lado. La idea es que queden bien selladas por fuera.
- Añadir mantequilla y ajo: Cuando las patatas estén doradas por ambos lados, baja el fuego a medio y añade la mantequilla a la sartén. Deja que se derrita e incorpora los dientes de ajo y las ramitas de tomillo (o romero si prefieres). Cocina durante 2-3 minutos más, permitiendo que la mantequilla y las hierbas impregnen las patatas de sabor.
- Incorporar el caldo: Con cuidado, vierte el caldo de pollo o verduras en la sartén, asegurándote de que cubra las patatas hasta la mitad. Esto ayudará a que se cocinen bien por dentro. Sube el fuego para llevar el caldo a ebullición, y luego reduce nuevamente a fuego bajo.
- Cocción lenta: Deja que las patatas se cocinen a fuego lento durante unos 20-25 minutos. El líquido debe reducirse casi por completo y las patatas deben quedar suaves por dentro. Puedes verificar con un cuchillo o tenedor: si las patatas se perforan fácilmente, están listas.
- Servir: Una vez que las patatas estén tiernas y el líquido haya reducido, retíralas del fuego. Sirve las patatas fondant con el jugo que quede en la sartén y, si te gusta, puedes añadir más tomillo fresco por encima para decorar.
Consejos para hacer patatas fondant perfectas
- Elige las patatas adecuadas: Usa patatas harinosas como las Russet o agria, que tienen una textura más suave por dentro y se doran bien por fuera. Si prefieres que mantengan mejor la forma y no se deshagan, las patatas de piel amarilla o tipo Yukon Gold son una buena opción.
- Sella bien las patatas: Asegúrate de dorar bien las patatas por ambos lados antes de añadir el caldo. Este paso es crucial para lograr una capa exterior crujiente y caramelizada. No tengas prisa, dales el tiempo necesario para que adquieran un bonito color dorado.
- Controla el nivel del caldo: No cubras completamente las patatas con el caldo, solo hasta la mitad. De esta manera, la parte superior se dorará mientras la parte inferior se cuece suavemente en el líquido, lo que da una textura cremosa por dentro.
- No escatimes en mantequilla: La mantequilla añade un sabor rico y ayuda a dorar las patatas. Al añadirla junto con las hierbas y el ajo, te aseguras de que las patatas absorban estos sabores, dándoles un toque más aromático y sabroso.
- Hornea si quieres más control: Para lograr una cocción uniforme, después de dorar las patatas en la sartén y añadir el caldo, puedes meterlas al horno a 180°C durante 20-30 minutos. Esto garantiza que se cocinen bien por dentro y se doren de manera uniforme por fuera, sin necesidad de vigilarlas tanto.
- Aromatizar: Puedes añadir otros sabores como romero o incluso un toque de limón al final para darle un contraste ácido.
Si aún no has probado las patatas fondant, ¡es el momento de hacerlo! Esta receta es fácil de seguir y el resultado es espectacular y elegante ¿Te animas a prepararlas?
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